Soshite...

Enciendo el televisor y me encuentro con la bandera japonesa. ¿Aún seguimos con el Mundial de Baloncesto? Pues no, esta vez ha sido la noticia del nacimiento del heredero al Trono del Crisantemo, la monarquía hereditaria más antigua del mundo, no lo olvidemos. Pero, ¿heredero? ¿No había ya una heredera, la Princesa Aiko? Pues ya no lo es, puesto que el nacimimiento de su primito la apea al cuarto lugar de la línea de sucesión. Es cierto que había habido un intento de cambiar las leyes de sucesión para eliminar la preferencia de los varones al trono imperial, pero la cosa quedó en agua de borrajas cuando el ala más conservadora del partido en el gobierno se opuso terminantemente a dicha reforma. Parece que tendremos que esperar muchos años hasta ver a una mujer emperatriz de Japón. Supongo que la Infanta Leonor, si pudiera, estaría pensando en lo de las barbas del vecino y en ir poniendo las suyas a remojar, por si las moscas.

Aquí el feliz papá (¡anda, como yo! ^_^), el Príncipe Akishino, pensando en la que se le viene encima, supongo.