viernes, junio 02, 2006

Digievolucion

Aprovecho El Camino Perdido del Otaku para anunciar a todo el mundo que he alcanzado el siguiente paso en mi digievolución como otaku: de hijo a padre. Ha nacido mi primer hijo, Martín, y el mundo (mi mundo) no volverá a ser el mismo. Podéis ver su foto en Espikin in Silver. Así que a partir de ahora, aparte de alimentarle y tal, me dedicaré en cuerpo y alma a enseñarle que Tezuka es dios y Miyazaki su profeta, amen de iniciarle en los misterios de la Orden de Ayukawa, la Diosa del Manganime. Todavía queda el pequeño tema de conseguir que mi mujer me deje poner en su habitación el Totoro gigante que debe de proteger a mi niño de cualquier peligro real o imaginario, pero la negociación está en curso (el peluche de Ryo-Ohki ya ha colado). Así que se impone un ligero abandono de El Camino... hasta que Martin aprenda a no comerse mi colección de mangas o antes, espero. Hasta entonces, matta ne!




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