Quiero volver a ese día

El próximo día 8 de Octubre, Sábado para más señas, se cumplirá uno de los aniversarios más señalados en el mundillo del manganime. Se trata nada más y nada menos del decimoséptimo aniversario del estreno en Japón de la que, para mí, es la más grande película de anime del mundo mundial. Por supuesto, estoy hablando de la primera película de Kimagure Orange Road: Ano Hi ni Kaeritai.

Sé que la mayoría de los herejes no comparten esta cosmovisión, pero para un auténtico Adorador de Ayukawa, un Madokamaníaco como yo, esta hora y pico de animación es el culmen, el climax, la cima, lo más, lo tope, la reostia en bote, hablando en plata. Estrenada en 1988, la primera película de KOR venía a dar un final, con un tono un poco más adulto, a la serie de televisión estrenada un año antes. A España (con perdón) llegó de la mano de Tele 5, allá por el año 92, emitida justo detrás de la serie y de los OVAs, y por supuesto sin avisar que era una película, sino cortándola en dos partes como si fueran dos episodios más. Para más inri, junto con el habitual y casi entrañable corte de escenas, se suprimio la fabulosa música de fondo. Los espectadores españoles nos quedamos sin oir las tres preciosas canciones que Kanako Wada, sobre todo "Ano Sora ô Dakishimete". Curiosamente, la ausencia de toda música de fondo aumentaba el tinte dramático de ciertas escenas, en especial de aquella en que Kyosuke espera en un local a que Hikaru se canse y se vaya, mientras la lluvia cae en la calle.


El Sábado 8 de Octubre, como cada año, me sentaré frente a la televisión y volver a ver Ano Hi ni Kaeritai. Volveré a sentir aquella agridulce sensación al ver cómo el triángulo se deshace. Volveré a sentir un nudo en el estómago al oir a Madoka llorando por el teléfono. Volveré a ver a Hikaru apuntando con su dedo y diciendo "¡bang!", para que su vida y la de todos pueda seguir adelante. El Sábado volveré a recordar porqué Kimagure Orange Road es, probablemente, el mejor anime del mundo.