martes, octubre 25, 2005

Marionetas

El pasado Sábado tuve la suerte de poder asistir a la actuación de la compañía japonesa Ningyo Johruri Bunraku que trajo a Madrid una muestra de Bunraku, el centenario arte japonés de las marionetas. Esta expresión artística fue declarada por la Unesco patrimonio cultural de la humanidad en 1990. Consiste en unas marionetas manejadas por tres personas, un narrador (tayu) que además va haciendo las voces de los personajes y un intérprete de samisen que marca los tiempos de la historia.

Con la dificultad de que estaba en el tercer piso de un teatro, pude observar lo fascinante de un arte que hace que al rato te olvides de que las marionetas se mueven mediante tres personas para concentrarte en la historia y centrar toda tu atención en las marionetas, sus pesares y alegrías. También me sorprendió el reconocer en la voz del narrador y en los movimientos de las marionetas muchos detalles que aparecen en personajes del manganime. Supongo que es obvio, ya que el manganime bebe de toda la tradición artística japonesa, pero no deja de ser sorprendente ver cómo un arte centenario y el último anime que estás viendo tienen guiños comunes. Una delicia para el paladar de un japanófilo, solo interrumpida por dos pedorras que al salir del teatro decían que por qué no habían puesto subtítulos a la actuación; como si cuando vas a ver ópera en aleman se pusiesen subtítulos, no te jode.