¿"Otaku"?

Volvemos al tajo tras parón obligado por el trabajo y el asistir a una boda. Gômen nasai. El otro día un compañero al que comentaba la existencia de este nuestro blog me hizo una pregunta de cajón para cualquier no iniciado en el mundillo: ¿qué es un otaku?

Como supongo que mucha gente en su misma situación, voy a hacer una breve descripción. Si se abre cualquier diccionario japonés y se mira "otaku", lo que aparece literalmente es "domicilio, vivienda". No obstante, allá por los años 70 en Japón se empezó a llamar de esta manera al aficionado obsesivo a ciertas actividades tales como la animación, los tebeos, la ciencia ficción, el modelismo, las armas (reproducciones, ojo), etc. Me imagino que fue por extensión, ya que la gente que era tan fanática de estas cosas no solía salir mucho de su domicilio... ergo un "otaku" era el que no salía mucho de su "otaku". Fácil, ¿no?

Con el paso de los años la afición al manganime (manga=tebeo japonés; anime=dibujo animado japonés) se fue extendiendo por el resto del mundo y, por convención, se llamó "otaku" a cualquiera que se aficionase, de modo más o menos obsesivo, a este mundillo. Nótese que la palabra en Japón tiene connotaciones más bien negativas, ya que un "otaku" allí está considerado un ser asocial y ligeramente peligroso para una sociedad tan estratificada y ordenada. Es más o menos disculpable cuando eres estudiante, especialmente en la universidad, la última etapa de la vida de un japonés en que puede vivir un poco a su aire, pero ser un "otaku" ya adulto es imperdonable. En el colegio actualmente tampoco está muy bien visto, ya que priman más los clubes deportivos, tipo beisbol, tenis o futbol como actividades extraescolares.

En España (con perdón) hoy en día se asocia la palabra "otaku" con la de "friki"; mal hecho. A un "otaku" le gusta el manganime y punto. Ser un "friki" es mucho más amplio y normalmente lleva asociado un comportamiento casi autista. Hay auténticos "frikis" del futbol, por ejemplo, que hacen del Marca su biblia y sólo ven la televisión cuando hablan de deportes; la diferencia es que es una afición aceptada socialmente y el manganime, de momento, no.

Otro día hablaré de cómo ser otaku más allá de los 30 y no ser un paria social.