Desde la torreta de Mazinger Z

Cine, cine, cine, más cine por favor

Ya sé que los entendidos en lo que voy a contar son los otros hermanísimos de la Minami, los Munuera Bros. pero mira, me lo pedía el cuerpo y al cuerpo hay que darle alguna alegría de vez en cuando, aunque sea admirando lo guapas que están las mujeres en primavera.

Pero no, hoy toca meterse en el cine y dejar del gratificante voyeurismo. En el cine es donde están pasando estos días las únicas 10 copias de Steamboy, la última creación de Otomo, la cual, al escribir esto, aún no he ido a ver con lo que no puedo criticar a conciencia (en Minami NUNCA criticamos lo que no hemos visto, so pena de despelleje a cargo de Laz) la película, aunque me imagine por dónde van los tiros. A falta de anime japonés, me meto a ver cine coreano (que no KOReano), nada menos que la premiadísima Hierro 3, de Kim Ki-Duk. Una película preciosa que me hace preguntarme cómo es posible que sólo se esté pasando en un par cines, eso en Madrid. Pero es que la misma Steamboy únicamente se pasa en dos cines, uno de ellos en Pozuelo. Hablamos de Madrid.

Luego miro el periódico y veo con envidia el anuncio de que comienza la séptima edición del BAAF, el Festival de Cine Asiático de Barcelona. http://www.baff-bcn.org/ Durante casi 10 días se puede ver un avance del mejor cine oriental y, como no, una sección de Anime: Ghost in Shell: Stand Alone Complex, Appleseed, Escaflowne, Paranoia Agent (lo nuevo de Satoshi Kon), Inu Yasha, Street Fighter, Louie (El Guerrero de las Runas), etc. Este festival, junto con el de Sitges (pronúnciese “chiches”) proporciona a los que vivan por allí la oportunidad de disfrutar en pantalla grande de muchas obras que los que vivimos en el resto de España (con perdón) tardaremos en llegar a ver... suponiendo que nos llegue.



Todo esto me lleva a reflexionar sobre el estado del cine en nuestro país y del anime en general, en el campo de las salas cinematográficas. Debido a la burricie general y al ataque masivo del cine gringo, si es difícil que las películas hechas aquí triunfen en la cartelera, ya no digamos el anime o el cine oriental en general. Para que una película tenga éxito lo primero que es necesario es que se pueda ver, ¿no? Quitando algún caso extraño como La Bruja de Blair, claro. Pero las distribuidoras mal se pueden atrever a traer un tipo de cine, el anime, que la gente no demanda porque no lo conoce. Aquí entran las revistas especializadas, aunque alguno piense por ahí que ya no tienen lugar con tanto internet y tanto ADSL; se olvidan esas lumbreras de los foros que no todo el mundo tiene el mismo acceso a la red que ellos y que, por mucho que hayan avanzado los portátiles, sigue siendo mucho más comodo leerse una revista (en el baño, por ejemplo) que no dejarse la vista en una pantallita. Si las revistas desaparecen, ¿quién te dirá el anime que viene? ¿Los de un portal que se dedican a pelearse entre ellos? No creo, sinceramente.

Las revistas podemos informar y comentar las novedades, pero nada anima más a un distribuidor que un buen festival que publicite ¡gratis! el próximo lanzamiento que ellos planean. Lo vemos estos días con el Festival de Cine Español de Málaga, donde obras como 20 Centímetros, Tapas u Hormigas en la Boca obtienen minutos de pantalla o espacio en periódicos que de otro modo ni pagando lograrían. Del mismo modo, el BAAF da un protagonismo que, aunque puntual, es muy beneficioso para el manganime a todos los niveles. Si una película de anime se emite dentro de la sección oficial de un festival cinematográfico a lo mejor la gente termina pensando que no todo el anime provoca que los niños enloquezcan y se tiren por la ventana o maten a sus padres con una katana. Quizás.

Pero mi conclusión a este artículo es la envidia. Envidia a esos que viven en Cataluña, no por el pan tomaca o por tener a Carod Rovira como líder espiritual, sino por lograr que las esperanzas del manganime patrio pase, otra vez, por la tierra del “Bola de Drac”. ¿Por qué demonios eso no pasa en Madrid? ¿A ninguna institución, ONG o fundación se le ha ocurrido montar un festivalillo apañado? ¿Al Ayuntamiento de Madrid no le sobran unos euros para que montemos algo así y traigamos a Otomo, Kon, Miyazaki, Oshii o Takahata? Voy a ver si lo consigo. Que Ayukawa esté con vosotros.