miércoles, abril 20, 2005

¡Recordad Nankin!

Ya sé, ya sé que la noticia del día es la proclamacion de Raztinger Z como Papa Benedicto XVI. También sé que éste en teoría es un blog dedicado al manganime y que aún no he dicho ni tres líneas al respecto. Pero es que el artículo me ha tocado un poco la moral, que queréis que os diga.

Aparecido ayer en El Mundo y firmado por Xulio Ríos, director del Instituto Galego de Análise e Documentación Internacional. Habla sobre la crisis que hay actualmente entre China y Japón. Supongo que es repetición de las polémicas entre anglófilos y germanófilos durante la I Guerra Mundial, pero al señor Ríos se le advierte un tufo pro-chino evidente.

Los que me conoceis personalmente seguro que me habeis oido decir más de una vez que los japoneses, con todo los que los admiro y casi amo, son una panda de hijosdeputa arrogantes y xenófobos. Eso es así y no vale la pena esconderlo. Durante la II Guerra Mundial y la ocupación de China cometieron atrocidades sin nombre. También es verdad que Japón, al contrario que Alemania, nunca ha mostrado un arrepentimiento total y sin reservas por aquellos crímenes. Hasta ahí todos de acuerdo.

Lo que no me parece bien, lo que me toca los cojones, hablando en plata, es que sea China la que venga a pedir explicaciones. China pidiendo que los libros de historia se escriban bien, manda huevos. China que aún ocupa un pais independiente como el Tibet. China que reprimio de manera salvaje las manifestaciones de Tiannamen, ahora dice que no controla a sus manifestantes. ¡Venga ya!

El señor Ríos dice que "el tiempo de las humillaciones ha pasado". Para China, se entiende, que la verdadera humillación sería que Japón lograse un puesto permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU. Ni libros ni gaitas. Ahí está la actual causa de la crisis chino-japonesa. Eso y discutir seriamente quién es el amo del extremo oriente.